CONMEMORACIONES DEL 11-S

Hoy se cumple el 5º aniversario de los terribles atentados de Al Qaeda contra las Torres Gemelas de Nueva York. Más allá de lo espectacular y lo trágico del atentado (todos recordamos cómo la Isla de Manhattan fue brutalmente machacada en su corazón, en el símbolo de la libertad económica de Occidente), lo cierto es que el atentado marcó claramente un antes y un después en las Relaciones Internacionales, para quien se quiso enterar del alcance del atentado.

Ayer emitieron en La Sexta un documental (con posterior debate) sobre aquel acontecimiento. En él, un periodista de El País, tan habitual de debates sobre el nuevo escenario mundial como poco amigo de prepararse los temas antes de los debates, soltó la gran "perla" de la tertulia: "con el 11 S los EE.UU se inventaron un enemigo."

Esta opinión, que comparten con este impresentable algunos mandatarios europeos, es la que marca meridianamente la diferencia entre quienes se han enterado de la amenaza y pretenden combatirla con uñas y dientes, defendiendo nuestros sistemas de separación de poderes, libertades públicas y propiedad privada y quienes prefieren mirar hacia otro lado "no vaya a ser que salpique". Estos últimos son los amigos de la encuesta rápida del CIS y del corto plazo. En España, lamentablemente, a corto plazo, da réditos ¿y a largo plazo? "A largo plazo, todos habremos muerto" (decía el economista Keynes) o "a largo plazo, son muchas legislaturas y yo ya no me presento" (dirán otros).

Y hablando de los que prefieren mirar hacia otro lado. Ayer los proetarras quemaron un autobús urbano en San Sebastián, recordando su vieja costumbre de incendiar al menos uno por semana. Además, han quemado una sede del PSOE y varios neumáticos en Vitoria. Pero no se preocupen, que les seguirán dejando pasarse la ley por huevera, y seguirán hablando con ellos...