PERLAS DE LA RENDICIÓN ANTE ETA

Con esto de la tregua de la banda asesina ETA se ha dado un proceso paralelo de vuelta a las andadas, de paso atrás, en el lenguaje que se utiliza en la información referente a la ETA. Ya no se habla de libertad o de justicia, sino más bien de paz. Esta bonita palabra ha sido el habitual parapeto de los cobardes para disimular ante algunos una repugnante equidistancia entre el pistolero y el acrivillado a balazos. Me permito recordar gráficamente alguno de los motivos por los que deseo que la única paz que tengan estos sujetos sea la que les ofrezca una de las miles de celdas de nuestra estupenda red de cárceles y la única negociación que tenga lugar con ellos sea la única posible, o, como diría Gregorio Ordóñez "con un terrorista lo único que se puede negociar son los colores de los barrotes de su celda".

HABLAR ¿CON ESTOS?

No es la primera vez que lo utilizan y sí, es pervertir el lenguaje. ¿Estamos en guerra y no nos hemos enterado? Cuáles son los "dos bandos". Uno es el de la ETA pero ¿y el otro? No hay dos bandos armados, están los que matan y los que mueren. Luego no hay que desear la paz porque no estamos en guerra. Hay que desear la libertad y que se haga justicia.

El Gobierno de la Nación y el PSOE ya no saben como postrarse más descaradamente ante la ETA con tal de que no maten. Primero, campaña de desprestigio a la AVT, con detenciones ilegles incluidas en una de sus manifestaciones, con acusaciones de que está politizada, etc. Todo por no estar de acuerdo con que el cumplimiento de la ley sea objeto de negociación con los asesinos. Además, le niego subvenciones a la AVT. Después, me saco de la manga un candidato alternativo que defiende -qué curioso- las tesis del Gobierno y que encima acusa a la directiva actual de "estar politizada". Tiene gracia. Por cierto, que para conseguir la "paz" hay que permitir -otra vez- que los representantes de la ETA tengan representación parlamentaria, pues se permite (pasaron de ilegalizar el PCTV) y un largo y maloliente etcétera.

Total, que si te tiras más de 30 años matando, secuestrando y extorsionando consigues que un gobierno pusilánime y complaciente te ría las gracias y se cargue todo lo que se tenga que cargar -incluso la dignidad de los asesinados- con tal de premiar a la banda y darle lo que quiere a cambio de no matar más. Lo peor de todo es que pretenden encima que nos quedemos calladitos, que "demos por saco" y que traguemos dócilmente con esta sobredosis de falta de dignidad. BASTA YA

Por cierto, mientras el Gobierno se empeña en machacar a la AVT, los terroristas siguen haciendo de las suyas, la última, el atentado contra sendas oficinas de Adecco y Ranstad en Irún (Guipúzcoa).